Del matrimonio de don Joaquín Salavarrieta y de doña Mariana Ríos, vecinos de la ciudad de Guaduas, nació Policarpa, en 1795. Ella se afilió con entusiasmo desde 1810, a la causa de la revolución, y para servirla se trasladó a Bogotá en ese año, y habitó en la casa honorable de la familia Herrán y Zaldúa. Pasó luego a una casucha de la Calle Honda, hoy carrera 13, en las inmediaciones de la Huerta de Jaime. En esa humilde casa se reunían, en tiempo del terror, varios patriotas conspiradores. El Oficial José Hilario López, que debía presidir más tarde los destinos de la República, dice a propósito de esta conspiración:
Yo era uno de tantos patriotas que concurrían a la casa de la Pola, en donde se comunicaban las noticias que se tenían de los de Venezuela y Casanare, y se celebraban cuando ellas eran buenas, pues esa mujer, valiente y entusiasta por la libertad, se sacrificaba para adquirir con qué obsequiar a los desgraciados patriotas, y no pensaba ni hablaba otra cosa que de venganza y del restablecimiento de la Patria.
Yo era uno de tantos patriotas que concurrían a la casa de la Pola, en donde se comunicaban las noticias que se tenían de los de Venezuela y Casanare, y se celebraban cuando ellas eran buenas, pues esa mujer, valiente y entusiasta por la libertad, se sacrificaba para adquirir con qué obsequiar a los desgraciados patriotas, y no pensaba ni hablaba otra cosa que de venganza y del restablecimiento de la Patria.